• Mejora la salud de la piel

Consumir colágeno puede mejorar su salud y apariencia, el consumo de colágeno puede reducir las arrugas, aumentar la elasticidad y la hidratación de la piel, y mejorar la densidad del colágeno en la dermis.

• Fortalece los huesos y las articulaciones

Consumir colágeno puede mejorar su fuerza y flexibilidad, el consumo de colágeno puede reducir el dolor en las articulaciones y mejorar la densidad ósea.

• Ayuda a la salud del corazón

El colágeno puede tener un efecto positivo en la salud del corazón al reducir la rigidez arterial y mejorar la circulación sanguínea.

• Favorece el crecimiento muscular

Es importante para el crecimiento muscular y la reparación de los tejidos musculares, el consumo de colágeno puede mejorar la masa muscular y la fuerza en las personas mayores.

• Promueve la salud intestinal

El colágeno puede mejorar la salud intestinal al mejorar la integridad de la barrera intestinal y reducir la inflamación.

Se refiere a la cantidad de energía que gastamos en actividades diarias, incluyendo el metabolismo basal, la actividad física y la termogénesis de los alimentos. La distribución de gasto energético puede variar de persona a persona, dependiendo de varios factores como la edad, el género, el nivel de actividad física y la composición corporal.

• Metabolismo basal

Es la cantidad de energía que el cuerpo necesita para mantener las funciones básicas del cuerpo en reposo, como respirar, mantener la temperatura corporal y hacer que el corazón y otros órganos funcionen. El metabolismo basal representa alrededor del 60-70% del gasto energético total en una persona sedentaria.

• Actividad física

Es la cantidad de energía que gastamos en cualquier actividad que implique movimiento, como caminar, correr, hacer ejercicio o incluso estar de pie. La actividad física puede variar ampliamente de persona a persona y puede representar alrededor del 20-30% del gasto energético total en una persona sedentaria.

• Termogénesis de los alimentos

Es la cantidad de energía que el cuerpo necesita para digerir, absorber y metabolizar los alimentos que consumimos. La termogénesis de los alimentos representa aproximadamente el 10% del gasto energético total en una persona sedentaria.

En resumen, la distribución típica del gasto energético en una chica fitness promedio se compone del metabolismo basal, la actividad física y la termogénesis de los alimentos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta distribución puede variar de persona a persona y cambiar según el nivel de actividad física y la composición corporal.

• Mantén una dieta balanceada

Asegúrate de obtener suficientes proteínas, carbohidratos y grasas saludables en tu dieta, en función de tus necesidades individuales. Los alimentos ricos en proteínas magras, como pollo, pavo, pescado y claras de huevo, son especialmente importantes para mantener y construir músculo magro.

• Come suficientes carbohidratos

Los carbohidratos son una fuente importante de energía para el cuerpo, especialmente para las actividades físicas intensas. Asegúrate de incluir carbohidratos complejos en tu dieta, como arroz integral, avena, batata y frutas.

• Limita la ingesta de grasas saturadas

Las grasas saturadas pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y aumentar el colesterol en la sangre. Limita la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas, como carnes rojas, productos lácteos enteros y alimentos fritos.

• Mantén la hidratación

Mantén tu cuerpo hidratado bebiendo suficiente agua durante todo el día. La deshidratación puede afectar negativamente el rendimiento físico y hacer que te sientas más cansado.

• Incorpora ejercicios de fuerza en tu rutina

Los ejercicios de fuerza, como el levantamiento de pesas, pueden ayudar a construir músculo magro y mejorar la composición corporal. Además, el entrenamiento de fuerza aumenta la tasa metabólica en reposo, lo que significa que tu cuerpo quemará más calorías incluso cuando estés en reposo.